Antes de empezar a grabar es interesante conocer un poco de historia del grabado y ver su importancia a lo largo del tiempo.
Con la finalidad de comprender un poco mejor esta técnica y poder sacar partido a la beta de la madera incorporándola en los diseños, realizamos una estampación de una matriz sin grabar.
Primero batimos la tinta, hasta que tenga una consistencia como la miel, cayendo en un hilo fino sin cortarse. Luego la estiramos con un rodillo. La cantidad de tinta que debe llevar el rodillo es mayor si la estampación es manual.
Una vez entintada la matriz, sumergimos el papel en agua durante 5 min y secamos el exceso de la misma con ayuda de papeles secantes.
Colocamos la matriz sobre el registro de acetato y el papel sobre ésta, haciéndolo coincidir con las marcas del registro.
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